Los primeros síntomas de la FOP se presentan en la niñez, se caracteriza por presentar malformaciones en dedo gordo del pie (hallux valgus) visibles desde el nacimiento, y malformaciones en cráneo. La cuarta parte de los pacientes con FOP presentan calvicie y problemas de audición, los brotes se producen de forma espontánea o después de un trauma físico como: vacunas infantiles, exceso de ejercicio, enfermedades virales, o un desgarro muscular. No afecta al tejido liso; quedando libres de osificación los músculos de la lengua, la cara, los ojos, la pared abdominal, el diafragma, el corazón y otros órganos vitales.
En una persona normal, al verse afectada por algún traumatismo, como un moretón o herida, las células del sistema inmune reabsorben el tejido dañado y lo reparan, pero en una persona afectada por FOP, al estar presente a algún traumatismo en músculos o tendones, las células del sistema inmune reabsorben tanto el tejido dañado como el sano, dejando solo algunas células madres en la zona afectada, las cuales en vez de generar tejido cicatrizante, generan cartílago que luego se convertirá en hueso. Comúnmente comienza en cabeza, cuello y hombros, luego se propaga al resto del cuerpo, con inflamaciones dolorosas como consecuencia de algún desgarro muscular, exceso de ejercicio, un golpe, o un moretón. Estas inflamaciones se endurecen, y luego de unos días se convierten en una estructura ósea nueva.
En las primeras décadas de vida, se presentan las primeras osificaciones en cabeza, cuello y hombros. En la adultez se generan osificaciones en espalda, tronco, rodillas y extremidades. Quedando la persona completamente inmóvil. A una edad aproximada de 30 años. Tienen una esperanza de vida media de 40 años. La muerte llega por la restricción del tórax, que causa una insuficiencia respiratoria y una enfermedad cardiaca pulmonar (cor pulmonale).
Hay que dejar en claro, que la FOP no tiene cura, pero se esta trabajando para conseguirla. Se debe Evitar cualquier traumatismo, ya sea en músculos o articulaciones, las intervenciones quirúrgicas, como la biopsia y las inyecciones intramusculares, en el caso de vacunas, deben administrarse por vía subcutánea. También se debe tener un mayor cuidado con las gripes y enfermedades virales, las cuales también son factores que activan el crecimiento óseo. Existen diversos medicamentos estudiados y algunos se recomiendan para disminuir la sintomatología, como corticoides en dosis alta, AINES, inhibidores de leucotrienos y retinoides, los cuales disminuyen el dolor de las inflamaciones. En algunos casos se usan relajantes musculares para disminuir la rigidez en etapas avanzadas solo con mejorías parciales. La fisioterapia, que sirve para la disminución del dolor y para relajar músculos rígidos, debe ser controlada tanto por el médico como por el paciente.
En 1669, Munchmeyer definió la enfermedad como tal, aunque con anterioridad se habían descrito casos aislados. Pero la FOP fue descripta por primera vez por el médico francés Guy Patin en 1692 en una paciente a la que denominó “la mujer que se convirtió en madera”. Mütter de Filadelfia posee el esqueleto completo de un paciente fallecido por FOP, quien lo donó para su investigación. Se trata de Harry Eastlack, un hombre que vivió con esta enfermedad hasta que falleció de neumonía seis días antes de cumplir 40 años en 1973.
Con todo lo visto podemos concluir que la FOP es una extraña enfermedad, que afecta a nuestro cuerpo de una manera terrible. Sus causas, síntomas y saber su tratamiento pudo acercarnos más a lo que esta significa y como se debe tratar, pues no hay que ser indiferente a esta enfermedad que afecta al 0,00003% de la población aproximadamente.
para complementar este texto expositivo, daré paso a este video:
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